Lo que está claro es que en el arte podemos contemplar dos máximas:
Energía, que se identifica con un arte de disfrute, de espontaneidad, de rebeldía, e incluso de locura .
Y por otro lado, Armonía: prefiere un producto erúdito, más complejo, perfecto e intelectual.
Todo músico debe ser capaz de diferenciar ambos puntos, que sirven como pilares para conformar los distintos géneros musicales. Lo mejor será recurrir a ejemplos:
Si hay que pensar en una música ligada a la energía, con tintes de desobediencia y asociada a la juventud, no hay que darle muchas vueltas: el Rock cumple todas estas condiciones, y es considerada la corriente musical más revolucionaria de todos los tiempos.
En cuanto a la armonía en la música, para escoger un buen ejemplo identificado al elitismo y la reflexión, que estudie más a fondo el campo musical: el Jazz es la opción ideal.
Distintos estilos musicales. Ni mejor ni peor; diferentes formas de hacer “sonar” tu instrumento, dos extremos de la balanza. Y en medio el artista, que dependiendo de su apertura musical y gusto, usará en mayor o menor proporción cada concepto.
Una bellísima definición de Armonía:
Y esto es lo que yo llamo ENERGIA: